Llanes es ese lugar donde el verde no descansa y el mar manda. Un concejo asturiano con más de treinta playas, una villa marinera con muralla y paseo sobre acantilado, y montañas a media hora de coche. Si es tu primera visita, aquí tienes una guía sencilla y honesta para decidir cuándo ir, qué hacer y cómo exprimirla sin prisas.
Cuándo ir a Llanes
- Primavera (marzo–junio). Días largos, prados encendidos y menos gente. Es temporada ideal para senderismo suave por la Senda Costera y para ver bufones cuando hay mar de fondo. Temperaturas suaves; mete chubasquero ligero y calzado con suela.
- Verano (julio–agosto). Ambiente a tope, playas en su mejor versión y pueblos con vida. A cambio, más tráfico y aparcamientos regulados en arenales principales. Si viajas en estas fechas, reserva alojamiento y restaurantes con antelación y madruga para aparcar. Brisa del norte por la tarde: lleva sudadera.
- Otoño (septiembre–noviembre). Quizá el momento más agradecido: agua aún templada en septiembre, paisajes dorados y gastronomía en plena forma. Perfecto para combinar playa, paseos y sidrerías sin agobios. Si hay marejada, los Bufones de Pria o Arenillas pueden regalar espectáculo.
- Invierno (diciembre–febrero). Llanes en modo dramático: olas gigantes, paseos solitarios y precios más bajos. No es temporada de baño, pero sí de fotografía, gastronomía y paseos por el Paseo de San Pedro cuando el viento afloja. Días cortos; organiza planes de mañana y comidas largas a resguardo.
Truco de oro: consulta la tabla de mareas de Llanes. Gulpiyuri brilla con marea media-alta; para explorar charcos en Cuevas del Mar o Poo, mejor bajamar.
Qué ver y hacer (sin correr)
La villa de Llanes. Arranca en el Casco Histórico (muralla, torreón y basílica). Baja al Puerto para ver los Cubos de la Memoria, la obra de Ibarrola que colorea los diques. Sube después al Paseo de San Pedro: pradera sobre acantilado con vistas a la sierra del Cuera y al Cantábrico. Termina en la playa del Sablon o continúa hasta Toro (Toro), con rocas afiladas como esculturas.
Playas top (para todos los gustos).
- Torimbia y Toranda (Niembro): salvajes, arena clara y atardeceres inolvidables. Torimbia tiene tradición naturista.
- Cuevas del Mar (Nueva): arcos de caliza y arena dorada; cómoda para familias.
- Gulpiyuri (Naves): la famosa playa interior; ve con marea media-alta y actitud zen.
- Poo (a 2 km de la villa): en bajamar se convierte en piscina natural, perfecta con peques.
- Andrin y Ballota: fotogénicas, con el islote Castro vigilando.
Senda Costera. Tramos fáciles entre San Antolin, Gulpiyuri, La Huelga y los Bufones de Pria; o entre Andrin y el Mirador de La Boriza (vistas dobles a Ballota y Andrín). Es caminar con el mar al lado, prados, vacas y acantilados; señalización clara y desniveles suaves.
Bufones (cuando hay mar de fondo). Los de Bufones de Pria o Arenillas son los más conocidos. Mantén distancia de seguridad: el agua sale a presión por grietas en la roca y es tan bello como imprevisible.
Arquitectura indiana. Reserva una hora para cazar casonas de los indianos (emigrantes retornados de América) por La Arquera, Balmori o la propia villa. Fachadas coloridas, palmeras y jardines románticos que cuentan otra Llanes.
Deportes y naturaleza.
- Surf y paddle surf en días de calma (Barro, San Antolín, Borizu).
- Rutas cortas de interior por Valle de Puron o Valle de Calduenin si sopla fuerte en la costa.
- Escapada a Picos de Europa (45–60 min): Lagos de Covadonga o funicular de Bulnes para un día montañero.
Gastronomía. Pescados a la plancha, arroz con bugre (bogavante) cuando toca capricho, fabes, cachopo para compartir, y quesos locales: Cabrales, Gamoneu, Vidiago, Pria. Todo bien regado con sidra. Busca chigres con escanciado a la vista y deja hueco para un arroz con leche o una tarta de queso.
Itinerarios sugeridos
Llanes en 2 días.
- Día 1 (villa + occidente): casco histórico, Cubos y Paseo de San Pedro por la mañana. Tarde en Torimbia (o Toranda si prefieres acceso fácil). Cena de sidra por la villa.
- Día 2 (Nueva–Pría): Cuevas del Mar con bajamar, paseo corto hasta Bufones de Pria si hay mar, y parada final en Gulpiyuri con marea media-alta. Cena en el restaurante El Cuchareru de Nueva.
Llanes en 3 días.
- Añade una jornada hacia Andrin – Ballota – Arenillas (oriente) o una escapada a Picos de Europa. Si el tiempo no acompaña, plan de sidrerías, indianos y paseos de interior.
Consejos prácticos para primerizos
Muévete con coche (y paciencia). La A-8 te acerca, pero las carreteras locales son estrechas y en verano hay tráfico y aparcamientos regulados junto a playas. Madruga, usa parkings habilitados y evita invadir caminos rurales: además de multa, fastidia a los vecinos.
Capas, siempre. El norte cambia tres veces al día. Lleva cortavientos, sudadera y calzado con suela para roca. En playa, escarpines si te gusta explorar charcos. Protector solar incluso con nubes (el reflejo del mar engaña).
Mareas y seguridad. Mira la tabla de mareas cada mañana. Respeta banderas y socorristas. No te pegues a acantilados con oleaje y mantén distancia prudente en los bufones. Si el mar ruge, hay mil planes alternativos: sidra, indianos, rutas de interior.
Comer y reservar. En verano y puentes, reserva para comer entre 14:00–15:30. Si viajas con antojo de arroz con bugre o marisco, llama el día antes. En temporada baja, muchos locales cierran lunes o martes: consulta horarios actualizados.
Alojamiento. Desde hoteles con encanto y casas rurales hasta apartamentos junto a la villa. Si vienes en agosto o en Semana Santa, asegúrate la cama con semanas de antelación. Si tu plan es playa a diario, dormir cerca de Niembro–Barro o Nueva reduce desplazamientos.
Sostenibilidad y respeto. Llanes vive de su entorno: no dejes basura, evita subir a dunas, cierra cancelas si atraviesas prados y aparca solo en zonas señalizadas. Si viajas con perro, revisa la normativa de playas por temporada.
Clima a tu favor. Días nublados son perfectos para fotografiar (colores más saturados) y para rutas sin calor. Si sale el sol, atardecer en Torimbia o La Boriza. Si sopla viento, refugio en Cuevas del Mar o Poo.
Compras con sabor local. Quesos (Cabrales, Gamoneu, Pría), conservas, sidra y dulces. Mejor en tiendas de productores o mercados que en grandes superficies: te orientan y te llevas la historia detrás del producto.
El espíritu de Llanes
Llanes se disfruta despacio: playa por la mañana, paseo por prados al mediodía, siesta de sidra y mar al atardecer. No necesitas verlo todo para entenderlo. Basta con un rato en el Paseo de San Pedro cuando baja la luz, una ola rompiendo en Toró o un sorbo de sidra con olor a sal. Planifica lo justo, deja hueco a la improvisación y, sobre todo, mira las mareas. El Cantábrico pondrá el resto.