El Paseo de San Pedro es, sin duda, uno de los espacios más emblemáticos y queridos de Llanes. Se trata de un camino ajardinado que se extiende sobre los acantilados, ofreciendo una panorámica única de la villa, la costa cantábrica y los montes de la Sierra del Cuera.
Este paseo, creado a finales del siglo XIX gracias a la iniciativa de los vecinos, combina sencillez y grandeza, convirtiéndose en el lugar perfecto para pasear, relajarse y contemplar el paisaje. Su césped natural, su amplitud y la sensación de caminar entre mar y cielo hacen de este lugar un rincón imprescindible para todo visitante. A lo largo del recorrido, los bancos y miradores invitan a detenerse y disfrutar de una de las vistas más espectaculares del norte de España.
🗺 Cómo llegar
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El acceso al Paseo de San Pedro es muy sencillo, ya que se encuentra en pleno casco urbano de Llanes, justo detrás de la Basílica de Santa María del Concejo y del puerto pesquero. Desde el centro de la villa se llega en pocos minutos a pie, siguiendo las indicaciones hacia el casco histórico y el paseo marítimo. El recorrido es accesible y no requiere de vehículo para disfrutarlo.
📖 Historia y curiosidades
El Paseo de San Pedro fue inaugurado en 1847, fruto de la iniciativa vecinal y del espíritu emprendedor de los habitantes de Llanes. En aquel entonces, la villa carecía de un espacio público abierto al mar, y se decidió transformar este prado natural, situado sobre los acantilados, en un paseo ajardinado accesible a todos. Con el paso de los años se convirtió en un símbolo identitario de Llanes, un lugar de encuentro para vecinos y visitantes, utilizado tanto para paseos diarios como para actos festivos.
Su función no fue solo recreativa: también servía como espacio de vigilancia costera en tiempos pasados, ya que desde allí se tenía una visión privilegiada del Cantábrico y del puerto de Llanes, lo que permitía observar la llegada de ballenas, barcos o posibles amenazas marítimas. Además, se utilizaba para pastoreo en épocas anteriores a su acondicionamiento como paseo.
Lo que hace único a este lugar es su sencillez: un kilómetro de césped natural que bordea el acantilado, ofreciendo una de las vistas más espectaculares de la costa asturiana, con la villa a un lado y los montes de la Sierra del Cuera al otro. Por esta razón, ha sido fuente de inspiración artística y ha aparecido en varias producciones audiovisuales. Destacan escenas de películas como “El Orfanato” (2007) de J.A. Bayona, donde el Paseo y los acantilados refuerzan la atmósfera misteriosa de la historia, y otras producciones nacionales que han utilizado este entorno como telón de fondo por su fuerza visual.
Hoy en día, el Paseo de San Pedro es considerado uno de los lugares imprescindibles de Llanes, un mirador natural que une pasado, naturaleza y cultura, y que sigue siendo escenario de atardeceres inolvidables y de la vida cotidiana de la villa.
👀 Qué ver y qué hacer
- Pasear a lo largo de más de un kilómetro de césped natural frente al Mar Cantábrico.
- Disfrutar de las vistas panorámicas del Mar Cantábrico, la villa y la Sierra del Cuera.
- Detenerse en los bancos y miradores para contemplar el paisaje o hacer fotografías.
- Ver el atardecer, uno de los momentos más mágicos del paseo.
- Combinar la visita con un recorrido por el casco histórico de Llanes.
ℹ️ Servicios y recomendaciones
- Acceso libre y gratuito durante todo el año.
- Camino amplio y cómodo, apto para todos los públicos.
- Recomendable visitarlo en días despejados para disfrutar de toda la panorámica.
- Ideal para paseos tranquilos, fotografía y contemplación.