Ruta circular que recorre el pintoresco Valle Oscuru, en el interior del concejo de Llanes. A través de pueblos tradicionales, bosques autóctonos y caminos históricos, esta ruta pone en valor la arquitectura indiana, la cultura rural asturiana y el impresionante entorno natural que caracteriza esta zona tranquila y poco transitada del Oriente de Asturias.
La Ruta del Valle Oscuru (también conocida como «Ruta del Valle Oscuro») ofrece una de las experiencias senderistas más auténticas del interior del concejo de Llanes. Esta ruta circular de aproximadamente 13,5 kilómetros atraviesa una de las zonas menos turísticas pero más genuinas del oriente asturiano, el valle de Ardisana, también conocido como Valle Oscuru por la abundancia de vegetación que proporciona sombra durante buena parte del día.
El itinerario conecta varios pueblos con gran interés etnográfico y cultural, como Tresgrandas, Riocaliente, La Borbolla, Villanueva, Ardisana o Rales, donde se conservan casas de arquitectura tradicional asturiana, casonas indianas, hórreos y elementos que forman parte del legado rural del concejo. Caminos empedrados, senderos entre prados, bosques de castaños, avellanos y robles acompañan durante todo el recorrido.
Uno de los grandes atractivos de esta ruta es su diversidad de paisajes y rincones fotogénicos, desde puentes antiguos a lavaderos tradicionales, sin olvidar las panorámicas hacia la Sierra del Cuera en días despejados. A nivel histórico, permite descubrir cómo el regreso de los indianos (emigrantes asturianos en América) transformó estos pueblos con casonas señoriales decoradas con galerías, escudos y jardines.
El recorrido no presenta grandes desniveles, lo que la convierte en una propuesta asequible para senderistas de todos los niveles y perfecta para realizar en familia. La señalización es parcial, por lo que se recomienda llevar un GPS o app con el track descargado.
Además, en primavera y otoño la ruta se convierte en un festival de colores, con una paleta natural que combina los verdes frescos del rebrote o los ocres del follaje caduco. Es una ruta con mucha identidad local, ideal para quienes buscan tranquilidad, paisajes rurales y contacto con la vida tradicional asturiana.