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Senda Costera de Llanes

Tipo de ruta: Lineal
Dificultad: Baja/ Media
Inicio: Bustio
Fin: Guadamia
Imagen de la costa de Llanes al atardecer.

La Senda Costera de Llanes (GR-204 / GR-E9) es una de las rutas más espectaculares del norte de España. Recorre más de 65 kilómetros junto al mar Cantábrico, entre Bufones, playas salvajes, acantilados, pueblos marineros y verdes praderas, atravesando íntegramente el concejo de Llanes.

La Senda Costera de Llanes, también conocida como GR-204 (y conectada con el sendero europeo GR-E9), es un espectacular recorrido que abraza la costa del concejo de Llanes desde su extremo oriental hasta el límite con el concejo vecino de Ribadesella. Con una longitud total aproximada de 65 kilómetros, esta senda discurre paralela al mar Cantábrico, cruzando paisajes de alto valor natural y patrimonial: acantilados, bufones marinos, playas vírgenes, pequeñas aldeas, estuarios, prados y zonas boscosas.

El itinerario está dividido en 5 etapas principales, de entre 9 y 17 kilómetros cada una, perfectamente señalizadas con marcas rojas y blancas de sendero de gran recorrido. A lo largo del camino, se suceden algunos de los enclaves más emblemáticos del oriente asturiano, como la playa de Gulpiyuri, los bufones de Pría y Arenillas, la ría de Niembro, la playa de San Antolín, el Monasterio de San Antolín de Bedón o los pueblos de Buelna, Andrín, Celorio, Barro y Nueva, entre otros.

Además de su valor natural, la senda ofrece múltiples accesos intermedios, lo que permite planificarla por tramos o adaptarla al nivel y disponibilidad del caminante. Es ideal para realizar en 5 jornadas, aunque algunos tramos pueden combinarse o recorrerse de forma independiente. También coincide en algunos puntos con el Camino de Santiago del Norte, lo que añade un componente histórico y espiritual al recorrido.

La Senda Costera no solo es un trayecto físico, sino una inmersión total en el paisaje llanisco: verdes praderas junto al azul del mar, formaciones kársticas únicas, vida rural asturiana, historia y silencio. Un camino para andar despacio, sentir el viento del norte, oler la salitre y dejarse llevar por una naturaleza que todavía conserva su esencia salvaje.

🥾 Etapas de Senda Costera de Llanes

Inicio: Bustio
Fin: Pendueles
Dificultad: Variable
Desnivel: 540 / -540 m
Distancia: 22 km
Duración: 5:00 h

Primera etapa del recorrido costero que une Bustio y Pendueles, una introducción perfecta a la Senda Costera llanisca. Senderos entre praderías, acantilados y pequeñas aldeas marcan este tramo que combina naturaleza salvaje y arquitectura rural asturiana.

Inicio: Bustio – el umbral asturiano

La etapa comienza en Bustio, una pequeña localidad del municipio de Ribadedeva, justo en la frontera natural entre Cantabria y Asturias, marcada por el río Deva. El puente que une Unquera con Bustio no solo es una infraestructura vial, sino también un símbolo: al cruzarlo, se deja atrás Cantabria y se accede oficialmente al territorio asturiano. Este rincón marca el kilómetro cero de la Senda Costera de Llanes y es también un paso clave del Camino de Santiago del Norte.

Bustio es un núcleo tranquilo con cierto aire marinero. El puerto fluvial aún conserva una pequeña dársena y viejas casas con historia, muchas de ellas vinculadas a la pesca de angulas, hoy en declive. En este entorno, el caminante puede preparar la mochila con calma, disfrutar del sonido del río y del mar mezclándose y emprender el camino.

Bustio – El Peral – Buelna

Desde Bustio se asciende suavemente por un tramo asfaltado que pronto se transforma en caminos rurales y pistas forestales. La primera parte de esta sección atraviesa zonas de eucaliptos, robles y praderas, reflejo del mosaico agrícola tradicional del oriente asturiano. El silencio solo lo rompe el canto de los pájaros o el lejano mugido de alguna vaca.

Pronto se alcanza El Peral, una aldea con un puñado de casas donde el tiempo parece ir más despacio. Es habitual cruzarse con lugareños que trabajan la tierra o pastorean. Tras cruzar este núcleo, la senda desciende ligeramente hacia Buelna, una de las joyas escondidas del municipio.

Buelna es un lugar ideal para una primera parada: cuenta con arquitectura rural muy bien conservada, hórreos, y calles estrechas de piedra. En las afueras del pueblo se puede observar un viejo lavadero y pequeñas huertas que reflejan una forma de vida aún vigente.

Buelna – Acantilados – Bufones de Arenillas

Al salir de Buelna comienza la parte más espectacular de la etapa: el tramo costero y acantilado. La senda bordea campos abiertos con vistas panorámicas sobre el mar Cantábrico, regalando imágenes inolvidables del azul del océano, el verde de los prados y la piedra caliza blanca característica del litoral llanisco.

Este tramo discurre por antiguos caminos de pastores y pescadores, ligeramente adaptados. Las vacas pastan junto al sendero y no es raro ver aves marinas sobrevolando los acantilados.

Poco a poco se llega a la zona de los Bufones de Arenillas, una de las formaciones geológicas más singulares de la región. Los bufones son chimeneas naturales formadas en el karst que conectan el mar subterráneo con la superficie. Cuando la mar está brava y la marea sube, el agua y el aire comprimido salen disparados con fuerza a través de estas grietas, generando estruendosos chorros que pueden superar los 20 metros de altura. Incluso en días tranquilos, la zona impresiona por sus formas, sonidos y la vista infinita del mar.

Se recomienda no acercarse demasiado a los orificios, especialmente si hay oleaje fuerte, por riesgo de accidente.

Este tramo es absolutamente mágico al atardecer, con el sol descendiendo sobre el Cantábrico y el sonido del mar acompañando la caminata.

Bufones – Pendueles

Después de los bufones, el camino se suaviza. Cruza zonas abiertas y algunas encinas costeras que salpican el paisaje. Aparecen también los primeros muros de piedra seca que delimitan antiguas fincas. El camino se adentra brevemente en un pequeño bosque mixto y después desciende hacia Pendueles.

Pendueles es una aldea típica del oriente asturiano, con casas indianas (muchas en ruina o semiabandonadas), una iglesia modesta, un lavadero y una estación de tren de la línea FEVE. Su ubicación tranquila y su vinculación con el Camino de Santiago la hacen ideal para finalizar esta primera etapa.

Inicio: Pendueles
Fin: Llanes
Dificultad: Media
Desnivel: 330 / -330 m
Distancia: 16.5 km
Duración: 4:00 h

La segunda etapa de la Senda Costera de Llanes transcurre entre los pueblos de Pendueles y Llanes, recorriendo casi 17 km de espectaculares acantilados, playas solitarias, bufones y verdes praderías con el mar Cantábrico como telón de fondo. Es una de las etapas más escénicas y completas del GR-204, perfecta para quienes buscan una caminata de dificultad media con recompensas visuales constantes.

🌿 Salida desde Pendueles: entre prados y caserías

El recorrido comienza en el tranquilo pueblo de Pendueles, rodeado de bosques y praderías. Se toma un sendero cómodo que bordea pastos donde pacen vacas y caballos, avanzando poco a poco hacia la costa.

🌊 Bufones de Arenillas: una maravilla geológica

En poco más de 2 km se alcanza el Bufón de Arenillas, una formación kárstica donde el mar, al colarse por túneles subterráneos, crea espectaculares chorros de agua cuando hay marejada. El sonido, parecido al de un trueno, se escucha desde lejos. Aunque su actividad depende del oleaje, el entorno ya merece una parada por sí mismo.

Desde aquí, el sendero asciende suavemente entre eucaliptos y prados hasta llegar a una altiplanicie costera con vistas panorámicas al Cantábrico. Se atraviesan antiguas brañas, pistas ganaderas y algunos tramos con vegetación baja que permiten disfrutar del horizonte marino casi sin interrupciones.

🛤️ Pasos intermedios: Vidiago y Puertas

La ruta atraviesa Vidiago, localidad célebre por su queso artesano. Poco después se llega a Puertas de Vidiago, donde se puede hacer un breve desvío hacia el Ídolo de Peña Tú, un monumento megalítico grabado con formas antropomorfas y geométricas de más de 4.000 años.

El camino continúa paralelo al litoral, alternando entre tramos de sendero natural y pequeñas carreteras rurales con muy poco tráfico, en un entorno de gran belleza escénica.

🔭 Mirador de la Boriza y playa de Ballota

Uno de los grandes momentos del día llega en el Mirador de la Boriza, un promontorio elevado sobre el mar con vistas privilegiadas a la playa de Ballota y al Ídolo de Castro, un islote rocoso que emerge del mar como una torre natural. Aquí se puede descansar un rato, tomar fotos o simplemente contemplar el paisaje.

La senda desciende después hasta Cué, último pueblo antes de Llanes, pasando junto a pequeñas ermitas y viviendas tradicionales.

🌅 Llegada a Llanes: entre tradición y mar

La entrada a Llanes se hace desde el este, recorriendo un tramo de asfalto que pronto enlaza con el Paseo de San Pedro, una alfombra verde suspendida sobre los acantilados. Desde aquí se obtiene una vista panorámica inolvidable del puerto, la playa del Sablón y el casco antiguo de la villa.

Inicio: Llanes
Fin: Celorio
Dificultad: Baja
Desnivel: 120 / -130 m
Distancia: 7.5 km
Duración: 2:00 h

Esta tercera etapa de la Senda Costera es una de las más accesibles y recomendables para todo tipo de senderistas. A pesar de su corta longitud (unos 7,5 km), ofrece una gran diversidad de paisajes costeros, historia, cultura y naturaleza. Es perfecta para realizar sin prisas, disfrutando del entorno y haciendo paradas en algunos de los miradores naturales y playas que se suceden a lo largo del recorrido.

🏰 Inicio en Llanes: paseo entre historia y mar

La ruta arranca en el centro histórico de Llanes, junto a las murallas medievales y el río Carrocedo. Pronto se accede al famoso Paseo de San Pedro, un espectacular sendero de hierba colgado sobre los acantilados, desde donde se obtienen impresionantes vistas panorámicas del mar Cantábrico y los Picos de Europa.

Al finalizar el paseo, se continúa por un tramo de veredas rurales, cruzando el barrio de La Portilla. La vegetación costera, los prados verdes y el mar al fondo acompañan hasta alcanzar la playa de Toró, una de las más emblemáticas de Llanes, con sus características formaciones rocosas.

🏖️ Paisajes naturales y ría de Póo

Desde Toró, el camino sigue el litoral hacia el este, entre campos de pasto y zonas boscosas. A medida que se avanza, se percibe la transición del entorno urbano al paisaje rural atlántico.

La siguiente parada es Póo de Llanes, un pequeño pueblo asturiano con encanto, situado junto a una de las playas más pintorescas del concejo. La playa de Póo, de aguas tranquilas y protegida por formaciones rocosas, es ideal para el baño y el descanso.

El sendero bordea la ría y asciende ligeramente hacia el núcleo de Póo, pasando por casas de arquitectura tradicional y cruzando caminos agrícolas que conectan con el siguiente tramo.

🌅 Llegada a Celorio: espiritualidad y mar

En el último kilómetro, la ruta serpentea entre árboles, prados y pequeñas fincas privadas, ya dentro del ámbito periurbano de Celorio. El pueblo recibe al senderista con la imagen de su iglesia monástica, vestigios del antiguo Monasterio de San Salvador, y las tranquilas aguas de las playas de Palombina y Las Cámaras.

Inicio: Celorio
Fin: Playa de San Antolín
Dificultad: Baja
Desnivel: 150 / -150 m
Distancia: 9 km
Duración: 3:00 h

La cuarta etapa de la Senda Costera ofrece una de las experiencias más completas y auténticas del litoral oriental asturiano. Este tramo, de algo menos de 10 km, atraviesa hasta cinco playas y varios pueblos marineros con encanto, combinando el atractivo del mar con paisajes rurales, vestigios históricos y vistas panorámicas de la costa cantábrica.

🏖️ Inicio en Celorio: herencia monástica y primera playa

El recorrido arranca en el núcleo de Celorio, famoso por haber acogido durante siglos el Monasterio de San Salvador, cuyas ruinas e iglesia aún se conservan. A muy pocos metros del inicio se accede a la playa de Palombina, un arenal de aguas tranquilas que actúa como antesala a un rosario de calas y playas interconectadas.

Caminando hacia el este, la ruta bordea las playas de Las Cámaras y Borizu, separadas entre sí por pequeños acantilados y senderos entre matorrales costeros. En marea baja se conectan fácilmente, permitiendo disfrutar del peculiar relieve kárstico del litoral llanisco.

🌊 Niembro y la ría de Barro: paisajes de postal

El itinerario continúa bordeando la costa hasta alcanzar el pueblo de Barro, atravesando tramos de pista rural y zonas de prado abiertas. Se desciende luego a la playa de Barro, una pequeña ensenada de gran belleza, ideal para hacer una parada, bañarse o contemplar el entorno.

Desde aquí, el camino se adentra por fincas privadas y caminos vecinales hasta Niembro, uno de los enclaves más fotogénicos del concejo. La iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, situada a orillas de la ría y reflejada sobre las tranquilas aguas durante la pleamar, es uno de los paisajes más icónicos de Asturias.

🛤️ Tramo final: el acantilado, el monasterio y San Antolín

Desde Niembro, se avanza por pistas y caminos rurales hacia el núcleo de Villahormes, atravesando prados verdes y zonas boscosas de eucaliptos. La ruta asciende ligeramente antes de iniciar el descenso hacia la playa de San Antolín, el arenal más extenso del concejo.

Justo antes de llegar, es posible hacer una pequeña visita al Monasterio de San Antolín de Bedón, un templo románico semioculto entre la vegetación, situado a escasos metros del Camino. El último tramo atraviesa un puente peatonal sobre el río Bedón y finaliza a pie de playa, donde el sonido de las olas marca el cierre de esta etapa costera inolvidable.

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